Cuando hablamos de "Marea roja" se nos viene a la cabeza España. Sin embargo, este término también se podría aplicar a la apasionada hinchada de Corea. Ahora, el Mundial de 2010 en Sudáfrica nos depara por primera vez a los dos países de esta península, el cerrado Norte y el próspero Sur, en un mismo campeonato de fútbol por primera vez en su historia. Y nosotros queremos tratarlo como primer capítulo de una serie de contenidos sobre este gran evento.
Sin duda, la afición que contará con más presencia por esos lares será Corea del Sur. La tierra donde se aunan conceptos tan distintos como la alta tecnología y la carne de perro (que se lo digan a "Camachín") es también una de las mejores aficiones de toda Asia en dura pugna con sus rivales de Japón. Al igual que otras aficiones asiáticas que ya veremos más adelante, los surcoreanos se rigen por una fuerte disciplina, cánticos contínuos y pancartas creativas, unidas por una perfecta coordinación que en algunos casos puede llegar a ser extrema. En 2002 el apoyo a la selección con el eslogan "Be the reds" tiñó las calles de Seúl de rojo.
En lo futbolístico siempre han sido potencia en su continente, pero no cabe duda de que fue con el Mundial 2002, donde llegaron hasta las semifinales con unas tácticas extremadamente sospechosas. cuando el gusanillo del fútbol picó por completo a los surcoreanos.
Sin duda, la afición que contará con más presencia por esos lares será Corea del Sur. La tierra donde se aunan conceptos tan distintos como la alta tecnología y la carne de perro (que se lo digan a "Camachín") es también una de las mejores aficiones de toda Asia en dura pugna con sus rivales de Japón. Al igual que otras aficiones asiáticas que ya veremos más adelante, los surcoreanos se rigen por una fuerte disciplina, cánticos contínuos y pancartas creativas, unidas por una perfecta coordinación que en algunos casos puede llegar a ser extrema. En 2002 el apoyo a la selección con el eslogan "Be the reds" tiñó las calles de Seúl de rojo.
En lo futbolístico siempre han sido potencia en su continente, pero no cabe duda de que fue con el Mundial 2002, donde llegaron hasta las semifinales con unas tácticas extremadamente sospechosas. cuando el gusanillo del fútbol picó por completo a los surcoreanos.
En el otro lado de la balanza, está el vecino pobre. Corea del Norte vive con la misma pasión y marcialidad (casi tanto como sus "exhibiciones masivas") cualquier deporte como los surcoreanos, pero cuenta con un serio hándicap para este mundial: la prohibición de libre movimiento debido a la política del dictador Kim Jong Il hace imposible que los hinchas de ese país puedan salir fuera del mismo.
Sin embargo, la selección no estará sola en Sudáfrica. Por un lado, contará con el apoyo de exiliados y refugiados que no dudarán en apoyar al país donde nacieron. Y por el otro, los surcoreanos no dudarán en dar su apoyo para que esta selección pueda llegar a lo más alto, con la creación de un grupo de animación propio, siempre y cuando no tengan que enfrentarse entre ambos países.
Una muestra más de que el fútbol es capaz de unir lo que otros no pueden.
Sin embargo, la selección no estará sola en Sudáfrica. Por un lado, contará con el apoyo de exiliados y refugiados que no dudarán en apoyar al país donde nacieron. Y por el otro, los surcoreanos no dudarán en dar su apoyo para que esta selección pueda llegar a lo más alto, con la creación de un grupo de animación propio, siempre y cuando no tengan que enfrentarse entre ambos países.
Una muestra más de que el fútbol es capaz de unir lo que otros no pueden.
Pues yo voy con los del Norte. Sin duda tiene mucho más mérito ser capaz de llegar a una fase final de un Mundial con la que está cayendo en su pueblo. Además tienen una tradición mucho más épica: mientras a los del sur les hizo falta que vinieran ghandures para auparles al cuarto puesto en casa, sólo el mítico Eusébio fue capaz de evitar que los del Norte alcanzaran las semifinales en el 66, habiéndose cargado por el camino ni más ni menos que a la Italia de Rivera, Mazzola, Meroni y Facchetti...
ResponderEliminarA mi un país que considera el MMORPG como un trabajo remunerado no me parece serio. Por eso voy con los norcoreanos.
ResponderEliminarUn saludo y buen blog.