El Real Madrid se quedó sólo

El Real Madrid y el Barcelona disputaron el pasado sábado el 'derbi del milenio'. Mucho se ha hablado ya del dominio aplastante culé, de entrenadores, y hasta de los directivos. Sin embargo, el papel de la afición merengue no ha sido suficientemente analizado. Y es que muchos de ellos se marcharon 15 minutos antes de concluir el encuentro, hartos del juego del equipo de Chamartín.

Al igual que sucedió con el fatídico 2-6 de la temporada pasada, buena parte de los madridistas no esperaron a que terminara el partido para irse a sus casas. Cierto es que parte del Bernabéu estuvo más animado que de costumbre, con buenos cánticos por parte de los Ultras Sur y otros grupos. Sin embargo, el ritmo de juego impuesto por los chicos de Guardiola no solo 'mató' al Real Madrid, sino que logró acallar al graderío.

Así, el clásico abonado del Real Madrid a un puro aferrado sufrió un déjà vu con el juego de su equipo, agravado por el enorme dispendio impulsado por el presidente Florentino Pérez. Con el 0:2 en el marcador, las iras de la grada se centraron sobre Pellegrini, que realizó unos cambios inexplicables pero no es el culpable de la debacle. De hecho, muchas cosas no se hicieron a su gusto cuando llegó al banquillo y siempre ha sido cuestionado.

En Canaletas, los culés celebraron la victoria

Por ello, el Real Madrid volvió a verse falto del cariño que todo equipo necesita, sea de Primera o de Preferente. A partir del minuto 30 de la segunda mitad, la gente comenzó a dejar libres sus asientos. A pesar de dejarse una auténtica barbaridad por un abono o por una entrada para este partido, los merengues prefirieron dejar sólo a su club a animarlo. Todo ello a pesar de que horas antes muchos declaraban a las cámaras frases como "les vamos a devolver el set"o "compraros una pelota porque esta no la oleis".

Tampoco es una afición que se pare a reflexionar sobre su club. Por el Real Madrid han pasado en menos de dos años hasta cuatro presidentes distintos, y no es un equipo donde el entrenador haya durado más de tres años desde hace mucho tiempo. El equipo necesita consolidar un proyecto para poder funcionar, del mismo modo que lo hizo Laporta a pesar de la moción de censura. Pero no ayuda un carácter autodestructivo en el seguidor blanco y la constante presión de la prensa, con el diario Marca y sus expresiones insultantes ("cuento chino") a la cabeza.

El Real Madrid necesita reflexionar después de esta derrota. Pero ese trabajo no es exclusivo del cuerpo técnico y la plantilla: también pasa por su afición, anestesiada según muchos. Y antes que culpar a Pellegrini, deberían apuntar sus críticas más arriba.