El equipo dirigido por Quique Sánchez Flores logró el pase a octavos de la Liga Europa, gracias a un gol del uruguayo Forlán en el minuto 89 que supuso el 1 a 2 en el marcador.
El At. Madrid es un equipo caracterizado en hacer sufrir a su afición y ayer hizo gala de su especialidad. El seguidor rojiblanco sufrió de lo lindo como viene siendo costumbre. La primera parte del encuentro veían como su equipo se acercaba al área rival pero sin crear grandes ocasiones de gol. Sólo el Kün Aguero hacía vibrar a la afición "colchonera" con sus peligrosas internadas. Un bagaje ofensivo algo pobre, más aún cuando el conjunto madrileño tenía que remontar el 1 a 1 de la ida. Además, al filo del descanso, el delantero argentino del At. Madrid tenía que ser sustituido al recibir una dura entrada a cargo de Servet Çetin. La hinchada atlética veía como el partido se complicaba al ser sustituido el hombre más incisivo de los suyos.
En la segunda parte, Quique Sánchez Flores dio salida al uruguayo Forlán, al que había sentado de inicio en el banquillo. Éste se convertiría en el héroe de los fieles seguidores rojiblancos metiendo un gol en las postrimerías del encuentro. En la segunda parte, los dos equipos buscaron más el gol. Así, Reyes inquietó la puerta de Leo Franco con un lanzamiento que dio en el larguero, mientras la afición "colchonera" cantaba gol. Minutos más tarde, vendría el gol de los madrileños. Jurado dio un buen pase al portugués Simao Sabrosa, quien pudo batir al guardameta Leo Franco. Los seguidores rojiblancos estaban eufóricos. Sin embargo, esa alegría duró poco porque Keita, como ya hizo en el partido de ida, empataría el encuentro y volvía el nerviosismo en la hinchada rojiblanca. En los últimos minutos del partido apareció la figura del uruguayo, quien finalizó una bonita jugada batiendo por bajo al portero del Galatasaray. No hubo tiempo para más. La sufrida afición del At. Madrid celebró por todo lo alto el pase de su equipo a octavos de la Liga Europa, y siguen soñando con el ansiado "doblete".
Por otro lado, la afición turca le devolvió la "pancartada" a la hinchada rojiblanca de la que fueron objeto en el encuentro de ida. En Estambul no sentó nada bien la pancarta colocada en el Vicente Calderón que rezaba "Turquía no es Europa", por lo que la peña Ultraarslan decidió vengarse en el Ali Sami Yen. Desplegaron varias pancartas en las que se podía leer: "Atlético is not The Real Madrid" (El Atético no es el Real Madrid) o "Patético de Madrid". Además, algunos aficionados colocaron banderas independentistas catalanas en la grada con la intención de pinchar a la "hinchada colchonera". Sin embargo, la seguridad del estadio obligó rápidamente a que los seguidores retiraran tanto las pancartas como las banderas.
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