Mundial 2010: Australia y Nueva Zelanda quieren hacerse notar

Los primeros son un país enorme, mientras que los segundos tienen una extensión minúscula en comparación. Y a pesar de compartir equipos en una misma liga, uno se ha tenido que clasificar por la conferencia asiática mientras que el otro lo ha hecho donde le tocaba, en Oceanía. Australia y Nueva Zelanda han llegado por fin juntas a un Mundial de fútbol, y ahora trasladarán la rivalidad que siempre han mantenido en rugby y críquet al rectángulo de juego.

Los claros favoritos en el plano deportivo son los australianos. Con una superioridad aplastante en Oceanía, su ímpetu les llevó a pedir en reiteradas ocasiones participar en la confederación asiática, donde tampoco han tenido especiales problemas. El ciudadano de ese país, por regla general, suele asociar fútbol con el footy, o fútbol australiano. Por esta razón, la comunidad de hinchas continúa siendo escasa y aún está por desarrollar, como su recien creada liga profesional A-League.

"The Cove", seguidores de Sydney FC

Sin embargo, si por algo destaca la afición australiana es por apoyar de forma incondicional a su país donde sea. Un buen resultado en este deporte llegando a las fases finales puede suponer para Australia un mayor interés por este deporte. La gente ya está respondiendo a la creación de nuevas franquicias en las ciudades más pobladas (Melbourne Heart debutará el año que viene) con una buena -aunque aún modesta- asistencia a los campos: una media de 10.000 espectadores cuando hace una década no se pasaba de las 3.000 personas.

Hinchas neozelandeses que apoyan a los "All Whites"

Si Australia busca dar el estirón, Nueva Zelanda necesita más tiempo todavía. Ya se vio en la Copa Confederaciones que el nivel de la plantilla es muy bajo, y lo tendrá muy dificil para evitar caer a las primeras de cambio.

Como los australianos, los seguidores neozelandeses se vuelcan con su selección aunque vayan a un campeonato de curling. El nivel de su liga es amateur y el mejor equipo del país (Wellington Phoenix) es una franquicia que juega en Australia, pero pensar que estarán solos es un error. Nada menos que 35.000 personas acudieron a ver como su país derrotaba a Bahrein y se hacía con un billete para Sudáfrica. Y mantendrán un apoyo similar, al menos el tiempo que duren en el Mundial.

Bien es cierto que ambos países nunca podrán igualarse al seguimiento de amantes históricos del fútbol como Italia, Inglaterra o Alemania. Pero ¿podrán dejar los hinchas de este continente su impronta en las gradas? Nosotros creemos que si, porque no van a desaprovechar esta oportunidad de darse a conocer.